Esta tarde en el Corte
Inglés, sin megafonía pero con mucho calor humano, asumí una experiencia que
era nueva para mí: presentar un libro. El título: “Mi vida sin ti”, la autora:
María Elena Cruz Buznego. Un libro diferente en el que la autora comparte con
el lector sus sentimientos.
Basado en un hecho real tan desgarrador como es la pérdida de un hijo,
el libro nos descubre las dos facetas de Elena: la de madre y la de escritora,
pero, sobre todo, se convierte en un gran homenaje a Humberto (Humber o
Bertín) Duarte Cruz al que aprendemos a
conocer un poco más a través de la prosa intimista de su madre.
Este joven murió, hace poco más de un año. Tenía 16 años y fue
atropellado por un turismo cuando cruzaba a pie la avenida del Príncipe de Asturias
en Gijón para llegar a su instituto.
“Mi vida sin ti” es un libro, como
podéis imaginar, que emociona y conmueve.
Estructuralmente yo lo dividiría en dos partes. La primera basada en los
interrogantes, en los porqués a los que una madre, un padre y una gran hermana probablemente nunca
encuentren respuesta.

Este libro, además de rezumar cariño y amor, nos muestra que es
necesario aprender a seguir viviendo, aunque el dolor nunca desaparezca. La autora lo explica estupendamente cuando escribe:
“la gente te dice que el tiempo lo cura, que te hace encontrar una paz, y yo lo
dudo, solo tengo que encontrar otra manera de vivir en el mundo sin él”.
Para mí fue una experiencia nueva en la que me sentí muy cómoda porque
si algo me motiva, me estimula y dio siempre sentido a mi vida son los sentimientos
sinceros y positivos. Y allí los había en abundancia, tanto por parte de la
autora del libro como por los familiares y amigos que la arropaban.
Finalicé mi presentación rescatando una secuencia del libro, la del
tanatorio, y la frase concreta que Elena Cruz Buznego repetía esos días. “Nadie
muere mientras es recordado”. Sinceramente estoy convencida de que Humberto Duarte Cruz, gracias a su entrañable
manera de ser, al cariño que dejó entre familiares y amigos y a los libros de
su madre, estará siempre presente en muchos corazones.
Desde aquí gracias a toda la familia por haberme dejado compartir con
ellos unos momentos tan especiales.