Esta semana recibí una excelente noticia. En la ciudad de San
Francisco, la ciudad más poblada de estado de California en Estados Unidos,
nacía un niño de madre cántabra y padre asturiano. El bebé se llama Daniel y es
hijo de Loreto Setién y Alex Reimondez.
Él aún no lo sabe, pero tiene la suerte de contar con unos progenitores muy,
pero que muy especiales…
Tanto ella como él se han granjeado la simpatía, el respeto y el
cariño de mucha gente en Asturias. Gente que les echamos de menos y que, al igual que yo, les gustaría estar más cerca
para compartir con ellos este feliz acontecimiento de sus vidas.
He de reconocer Daniel que la
ausencia de tus padres me llena de cierta nostalgia totalmente compatible con
la alegría que siento al intentar imaginar cómo eres. Dejo volar mi imaginación
y sospecho que tras la fragilidad de tus huesecitos de recién nacido se esconde
la fuerza de un bebé con mucha personalidad que, al igual que el personaje
creado por Hank Ketcham, crecerá siendo travieso e imaginativo.
Estoy segura de que serás un niño con lengua de trapo bilingüe que observarás todo lo que
ves y, a tu manera, analizarás todo lo que oyes y acabarás siendo, como tus
padres, un personaje con mucho criterio
y con las ideas claras.
Así que, querida Loreto, querido Alex, cuidado
con recurrir a los azotes en el culete cuando no obedezca porque os puede
decir: “Mamá, papá, si no se debe pegar a los niños, menos a los hijos”. Paciencia
con la comida y con expresiones del tipo “anda cómetelo que está muy rico” porque
existe la posibilidad de que os conteste : ” Papi, mami, vosotros y yo tenemos gustos distintos”.
En nombre de todas las tías
adoptivas de Asturias (Ana, Eugenia, Almudena, Aida y yo misma) muchas
felicidades y, por favor, volved pronto. Tenemos ganas de conocer a Daniel.
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