viernes, 21 de diciembre de 2012

"Mi vida sin tí"


Esta tarde en el Corte Inglés, sin megafonía pero con mucho calor humano, asumí una experiencia que era nueva para mí: presentar un libro. El título: “Mi vida sin ti”, la autora: María Elena Cruz Buznego. Un libro diferente en el que la autora comparte con el lector sus sentimientos.

Basado en un hecho real tan desgarrador como es la pérdida de un hijo, el libro nos descubre las dos facetas de Elena: la de madre y la de escritora, pero,  sobre todo, se convierte en  un gran homenaje a Humberto (Humber o Bertín)  Duarte Cruz al que aprendemos a conocer un poco más a través de la prosa intimista de su madre.

Este joven murió, hace poco más de un año. Tenía 16 años y fue atropellado por un turismo cuando cruzaba a pie la avenida del Príncipe de Asturias en Gijón para llegar a su instituto.

“Mi vida sin ti” es un libro, como podéis  imaginar, que emociona y conmueve. Estructuralmente yo lo dividiría en dos partes. La primera basada en los interrogantes, en los porqués a los que una madre, un padre  y una gran hermana probablemente nunca encuentren respuesta.

La segunda está magistralmente descrita con el  título del libro “Mi vida sin ti” y en ella Elena va compartiendo con el lector sus reflexiones y sentimientos al tener que afrontar, día a día, la ausencia física de un ser tan querido.

Este libro, además de rezumar cariño y amor, nos muestra que es necesario aprender a seguir viviendo, aunque el dolor nunca desaparezca.  La autora lo explica estupendamente cuando escribe: “la gente te dice que el tiempo lo cura, que te hace encontrar una paz, y yo lo dudo, solo tengo que encontrar otra manera de vivir en el mundo sin él”.

Para mí fue una experiencia nueva en la que me sentí muy cómoda porque si algo me motiva, me estimula y dio siempre sentido a mi vida son los sentimientos sinceros y positivos. Y allí los había en abundancia, tanto por parte de la autora del libro como por los familiares y amigos que la arropaban.

Finalicé mi presentación rescatando una secuencia del libro, la del tanatorio, y la frase concreta que Elena Cruz Buznego repetía esos días. “Nadie muere mientras es recordado”. Sinceramente estoy convencida de que  Humberto Duarte Cruz, gracias a su entrañable manera de ser, al cariño que dejó entre familiares y amigos y a los libros de su madre, estará siempre presente en muchos corazones.

Desde aquí gracias a toda la familia por haberme dejado compartir con ellos unos momentos tan especiales.

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