miércoles, 16 de enero de 2013

SOBRE ESTIGMAS Y MALDICIONES LABORALES


Esta mañana, leyendo la prensa, he sentido la necesidad de rescatar un artículo de nuestra Constitución, esa que tanto se invoca cuando interesa. Concretamente he rescatado el artículo 35, ese que recoge literalmente “Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.”

Y visto el tratamiento informativo que se hace sobre la incorporación laboral del ex secretario general de la Agrupación Socialista de Gijón a la empresa EBHISA, me he preguntado ¿no será español? ¿no será humano? ¿será un extraterrestre? ¿no tendrá familia? ¿ podrá vivir del aire?. Las respuestas se las pueden imaginar. Así que me puse a pensar en otra dirección: el gran problema es que José Manuel Sariego es socialista.

Y sinceramente me cabreé por razones bastante diferentes a las que recoge el diario en cuestión. Recordé mis años de juventud cuando un “ignorante osado”, cuyo nombre no voy a desvelar porque sinceramente no merece la pena, me espetó: “estás equivocada, estás en el bando contrario”.  Esta expresión, aunque tardé en entenderlo, llevaba implícita una amenaza de promoción profesional.

Medio siglo de vida da para que una esté saturada de amenazas y de campañas de desprestigio que afectan a derechos fundamentales propios o ajenos. Auspiciado por la derecha más rancia existe en la calle un ambiente tan enrarecido respecto al reparto de trabajo que sólo les falta sugerir que se modifique el ya mencionado artículo de la Constitución, de tal forma que empiece diciendo: “Todos los españoles, excepto aquellos que hayan o sean militantes socialistas, tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo…”

Recoge el mismo diario que la incorporación causa tensiones en el PSOE local. Creo honestamente que se equivoca y que las tensiones las generan aquellos que alientan el sectarismo y la discriminación laboral por razones ideológicas. Hay casos mucho menos entendibles, en sentido contrario, que nadie critica. Si el afectado o afectada tuvo responsabilidades importantes en Foro o PP y administraciones socialistas, aún pudiendo hacer lo contrario, los mantienen en sus puestos u otros similares es, incluso, de justicia.

No seré yo la que diga lo contrario, porque el trabajo es un derecho fundamental para el conjunto de la sociedad, pero sí la que reivindique que cese el acoso mediático por el mero hecho de ser socialista. Me alegro de la incorporación laboral de Sariego y le deseo éxito profesional.

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