Esta mañana, leyendo la
prensa, he sentido la necesidad de rescatar un artículo de nuestra
Constitución, esa que tanto se invoca cuando interesa. Concretamente he
rescatado el artículo 35, ese que recoge literalmente “Todos los españoles
tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de
profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración
suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en
ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.”
Y visto el tratamiento
informativo que se hace sobre la incorporación laboral del ex secretario
general de la Agrupación Socialista de Gijón a la empresa EBHISA, me he
preguntado ¿no será español? ¿no será humano? ¿será un extraterrestre? ¿no
tendrá familia? ¿ podrá vivir del aire?. Las respuestas se las pueden imaginar.
Así que me puse a pensar en otra dirección: el gran problema es que José Manuel
Sariego es socialista.
Y sinceramente me
cabreé por razones bastante diferentes a las que recoge el diario en cuestión. Recordé
mis años de juventud cuando un “ignorante osado”, cuyo nombre no voy a desvelar
porque sinceramente no merece la pena, me espetó: “estás equivocada, estás en
el bando contrario”. Esta expresión,
aunque tardé en entenderlo, llevaba implícita una amenaza de promoción
profesional.
Medio siglo de vida da
para que una esté saturada de amenazas y de campañas de desprestigio que
afectan a derechos fundamentales propios o ajenos. Auspiciado por la derecha
más rancia existe en la calle un ambiente tan enrarecido respecto al reparto de
trabajo que sólo les falta sugerir que se modifique el ya mencionado artículo
de la Constitución, de tal forma que empiece diciendo: “Todos los españoles, excepto aquellos que hayan o sean
militantes socialistas, tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo…”
Recoge el mismo diario
que la incorporación causa tensiones en el PSOE local. Creo honestamente que se
equivoca y que las tensiones las generan aquellos que alientan el sectarismo y
la discriminación laboral por razones ideológicas. Hay casos mucho menos
entendibles, en sentido contrario, que nadie critica. Si el afectado o afectada
tuvo responsabilidades importantes en Foro o PP y administraciones socialistas,
aún pudiendo hacer lo contrario, los mantienen en sus puestos u otros similares
es, incluso, de justicia.
No seré yo la que diga
lo contrario, porque el trabajo es un derecho fundamental para el conjunto de
la sociedad, pero sí la que reivindique que cese el acoso mediático por el mero
hecho de ser socialista. Me alegro de la incorporación laboral de Sariego y le deseo éxito profesional.
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